Estamos en el peor momento de la segunda cruzada…
Estamos por el paso de Rimbur... lugar en el que solo los muertos se atreven a dormir.
Aquí no pueden llegar los Elfos normales de ninguna raza, solo pueden ir los no muertos o los enanos con insomnio.
Valient lo está pasando muy mal, pues es el único de sus ejércitos en esa zona que no puede dormir y lo necesita.
Sus ejércitos están formados por la gran mayoría por no muertos y algún que otro enano, aun que ay pocos enanos aptos para estas tierras…
Mientras que Mania estaba en su carro y Draker en su caballo de huesos que cuando se enfadaba le salía fuego, Valient en su andaba al lado de su carruaje mágico, perdiendo la noción del tiempo y el espacio por el sueño. En un momento dado, que hasta iba cerrando los parpados y abriéndolos repetidamente, vio algo muy extraño, parecía que entre las caravanas había un par de elfos Apostatas robando comida y armas. Aun que Valient intento ir a pararlos se desmayo del sueño…
6h después Valient de despertó en el suelo, con sangre en la nariz y las orejas y Draker bostezando delante de él.
-Hola, Valient. ¿Has dormido bien?
-He… He visto a unos apostatas robándonos…
-¿Así que eran apostas?
Entonces interrumpió Mania.
-Valient… ¿Cómo te encuentras?
-Pues gracias a mi, esta vivito, coleando y sin pesadillas.
-Je je, Draker, parece que sirves para algo, gracias.
-Hombre de nada, ¿pero no crees que eres un poco depravado? Mira que tratar a Minia así en tus sueños…
-¿Que, qué?
-Valient, Mania, me voy un momento.
Cuando Draker se alejaba de sus dos compañeros, detrás de él se oían gritos de dolor y terror, de mucho dolor y terror…
Unas horas después estaban a punto de terminar el paso, pero de repente salieron unos monstruos enormes que mataron simplemente con el roce a la mitad del ejército. Los restos del ejército de no muertos se lanzaron contra un monstruo y ni pudieron herirlo. El monstruo furioso barrio todos los huesos de los no muertos, dejándolos obsoletos. Y allí estaban Valient, Mania y Draker esquivando los monstruos como podían, más de una vez case les cogen.
Cuando de repente. Todos los monstruos se quedaron en el suelo inmóviles, y dos Elfos Apostatas con mascaras aparecieron. Uno tenía un sello de inmovilización en su mano derecha y el otro llevaba un martillo meteórico. El más alto, el que tenía el martillo se fue al lado de cada monstruo y les golpeo la cabeza con el martillo, matándoles al instante.
-¿Quiénes sois? (Valient y Mania)
-Estoy seguro… ¿Sois SubZero y Hunterblack no?
-¿Como nos conoces? Nadie que no es de aquí nos conoce.
Con esa pregunta suspendida en el aire se acaba este relato, seguramente mañana, bajo la luz de otra vela, en otro lugar, después de otra batalla, os seguiré contando.